[et_pb_section fb_built="1" _builder_version="4.25.2" _module_preset="default" custom_padding="0px|||||" global_colors_info="{}"][et_pb_row column_structure="3_5,2_5" _builder_version="4.25.2" _module_preset="default" global_colors_info="{}"][et_pb_column type="3_5" _builder_version="4.25.2" _module_preset="default" global_colors_info="{}"][et_pb_heading title="EL ABUELO Y SU NIETO" _builder_version="4.25.2" _module_preset="default" min_height="38.8px" global_colors_info="{}"][/et_pb_heading][/et_pb_column][et_pb_column type="2_5" _builder_version="4.25.2" _module_preset="default" global_colors_info="{}"][et_pb_audio audio="https://tuclasedespanol.com/wp-content/uploads/2024/06/01-1.mp3" _builder_version="4.25.2" _module_preset="default" global_colors_info="{}"][/et_pb_audio][/et_pb_column][/et_pb_row][et_pb_row _builder_version="4.25.2" _module_preset="default" custom_margin="-30px|auto||auto||" custom_padding="0px|||||" global_colors_info="{}"][et_pb_column type="4_4" _builder_version="4.25.2" _module_preset="default" global_colors_info="{}"][et_pb_text _builder_version="4.25.2" _module_preset="default" global_colors_info="{}"]Un abuelo llegó a ser muy viejo, no podía andar, y no le querían en su mesa y comía aparte, en una taza de porcelana. Un día, al viejo se le cayó la taza y se le rompió. Desde entonces, su nuera le reñía continuamente diciendo que rompía y estropeaba todo lo de la casa, y que, en adelante, comería en un cuenco de madera. El viejo suspiró y no dijo nada. Un día, el matrimonio observó que su hijito hacía algo con unos trozos de madera. El padre le preguntó, ¿Qué estás haciendo, hijo? Y el chiquillo le contestó, Estoy haciendo un cuenco de madera para que comáis en él cuando seáis viejos. Los padres se miraron y se echaron a llorar. Sintieron una profunda vergüenza al darse cuenta de lo mal que se portaban con el abuelo. Desde entonces, volvieron a comer todos en la misma mesa y trataron al abuelo con más amabilidad como merecía. [/et_pb_text][/et_pb_column][/et_pb_row][/et_pb_section]