Mi vida diaria

　　Los pedacitos de la vida son como piezas de un rompecabezas, deletreando mi memoria.

　　Después de la escuela, a menudo vengo a la tienda de fideos que está frente a la escuela para comprar fideos para comer, y el dependiente en la tienda siempre me prepara unos deliciosos fideos. Aunque no nos conocemos, el dependiente siempre se acuerda de mí.

　　A veces, cuando iba a la tienda a comprar el desayuno. Antes de que yo dijera algo, el dependiente de la tienda escribía el pedido en la computadora, porque suelo comer este tipo de comida todo el tiempo. Aunque no nos conocemos, él puede recordar ¿Qué voy a comer?

　　El señor de la comunidad saca a pasear al perro abajo todos los días, no importa si es en la mañana o en la noche, porque siempre lo puedo ver desde el balcón, y a veces no puedo saludarlo cuando me lo encuentro en la comunidad, pero sé que es un tío paseador de perros.

　　Todas las semanas viene a mi casa la tía trabajadora de medio tiempo, a veces cuando mis padres no están, platico con la tía que hace la limpieza. Esta tía, como yo, habla mucho, así que a veces cuando no tengo nada que hacer, charlo un rato con ella para hacer mi vida menos aburrida.

　　Por supuesto, también hay un señor que se encarga de la seguridad. A veces trabajan en el garaje, y a veces me ayudan a recoger los paquetes de las cosas que compro en internet, todos los días me dicen: “Mi pequeño, este es tu paquete”. Oye, ya no soy un niño, pero me llaman así todos los días, pero también hace la vida un poco más interesante. 

　　Me pregunto qué tan aburrida sería la vida sin ellos. También forman parte de mis gratos recuerdos, y su presencia ha hecho que mi vida sea más narrativa.